Muchas personas culpabilizan al pan de los excesos que cometen en su día a día y dejan de comerlo cuando pretenden adelgazar; además de ser desterrado de muchas dietas, por el falso mito de que los hidratos de carbono engordan. Pero lo que más aumenta las calorías del pan suele ser lo que le acompaña: las mermeladas, mantequillas, embutidos, salsas…
El pan es un alimento muy importante ya que la cantidad de hidratos de carbono que hay que consumir al día supone un 55% de nuestra dieta. Además, suministra proteínas de origen vegetal, y apenas contiene grasa. También es una buena fuente de vitaminas del grupo B y de minerales como el fósforo, el potasio y el magnesio.
Si se hace un consumo razonable de pan y se utiliza para acompañar comidas o una merienda, es un alimento muy sano y mucho menos calórico que cualquier clase de dulce o bollería industrial.
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