Se diagnostica empleando métodos científicos de detección. Cuando una persona sospecha que puede estar sufriendo una alergia alimentaria es importante que acuda a su médico o alergólogo para que pueda ser diagnosticada y descartar otras enfermedades.
Se realizarán varias acciones:
- Lo primero que debe hacer el médico es conseguir el historial del paciente (investigar sobre sus antecedentes médicos y el de sus familiares). Se debe prestar especial atención a los síntomas de la reacción, así como as su frecuencia y a su duración.
- Se debe realizar un examen físico completo.
- A continuación se llevaran a cabo pruebas cutáneas (prick-test): se incluyen en el panel los alimentos que están bajo sospecha de ser los causantes de la reacción, tomando como base el historia dietético. La prueba consiste en colocar sobre la piel extractos de determinados alimentos que se inyectan o se escarifican en la piel para observar si se produce algún síntoma. No es fiable 100%, sin embargo se pueden evitar consumir aquellos alimentos que hayan causado problemas.
- Otra prueba para detectar el alérgeno es la prueba RAST (radioalergosorbentes): esta prueba consiste en mezclar en una probeta sangre del paciente con extractos de alimentos. Si existe alergia, la sangre produce anticuerpos que pueden detectarse.
- Una tercera prueba y posibilidad para el diagnóstico es la prueba de estimulación alimentaria a doble ciego: en este caso el el alérgeno sospechoso se coloca en una cápsula y se le da al paciente para que lo coma, todo bajo supervisión del doctor.
- Finalmente se debe realizar un análisis de sangre.
Existen otras pruebas de exposición controlada pero las 3 que hemos mencionado son las más empleadas y también las más fiables. Siempre deben estar vigiladas por el alergólogo, no debe realizarlas el paciente solo en su domicilio ya que puede provocarse una alergia de gran envergadura.
En la actualidad el único tratamiento eficaz es eliminar de la dieta del paciente el alimento que causa alergia. Sin embargo, se están empezando a desarrollar tratamientos específicos para poder modificar la respuesta del sistema inmunitario y así conseguir inducir una tolerancia oral en los pacientes con alergias persistentes. Son los llamados tratamientos de desensibilización y pueden administrare por vía oral (inmunoterapia oral) o mediante vacunas antialérgicas.
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