viernes, 11 de noviembre de 2016

DIABETES MELLITUS TIPO 1


La diabetes mellitus tipo 1 es la llamada antiguamente Diabetes insulino dependiente o diabetes juvenil. La edad más frecuente a la que afecta es la infancia, adolescencia y, con menos frecuencia, a adultos. En el caso de este tipo de diabetes, se produce una destrucción progresiva de las células beta del páncreas que son las productoras de la hormona insulina. Una vez que estas células son destruidas nunca volverán a producir insulina, por lo que las personas que sufran este tipo de diabetes necesitarán inyecciones diarias de insulina para controlar sus niveles de glucosa en sangre; sin insulina una persona con diabetes tipo 1 puede morir. Este tipo de diabetes suele comenzar de forma brusca.



La causa de este tipo de diabetes es desconocida, pero existen una serie de factores que pueden influir:
  • Factor genético: se hereda la predisposición a padecer diabetes, pero no la diabetes en sí. 
  • Autoinmunidad: en el caso de este tipo de diabetes se produce una reacción contra las células productoras de la hormona insulina. Puede ser debido a un trastorno autoinmunitario, a una infección u otro desencadenante que provoca que el cuerpo ataque por error a las células beta, productoras de insulina.
  • Factores ambientales: un virus, tóxicos, etc
La diabetes tipo 1 puede presentar síntomas como:
  • Micción frecuente: los riñones responden a niveles altos de glucosa en la sangre desechándola por la orina, por lo que las personas que padecen esta enfermedad suelen orinar con más frecuencia y en volúmenes mayores.
  • Sed anormal y sequedad de boca: debido a la pérdida abundante de líquido al orinar es probable que estas personas sientan mucha sed, ya que necesitan evitar deshidratarse y mantener el nivel normal de agua en el organismo.
  • Pérdida de peso repentina: las personas con este tipo de diabetes frecuentemente tienen más apetito, pero a menudo pierden peso debido a que su organismo agota los músculos y grasas acumuladas para proveer la energía que necesitan las células.
  • Cansancio y falta de energía: su organismo no puede convertir la glucosa en energía de forma adecuada.
  • Lentitud en la curación de heridas.
  • Infecciones: las defensas contra las infecciones están reducidas.
  • Visión borrosa: puede producir lesiones en los pequeños vasos sanguíneos que suministran sangre a la retina, debida a los altos niveles de glucosa que lleva el flujo sanguíneo.
Tratamiento: 

Debido a que suele comenzar de forma brusca y los síntomas suelen ser graves, es muy posible que estas personas necesiten ser hospitalizadas.
  • Se deberá medir los niveles de glucosa en sangre varias veces al día mediante un examen de una muestra de sangre. Mediante un glucómetro podemos obtener estos resultados de forma inmediata. Esto sirve para controlar los niveles de azúcar en sangre y dependiendo de los resultamos tomar unas medidas u otras, como la inyección de insulina, la ingesta de alimentos, etc.
  • Administrarse inyecciones de insulina, mediante una bomba de insulina, que son dispositivos pequeños y portátiles que administran insulina de acción rápida las 24 horas del día. La cantidad de insulina administrada se puede ajustar dependiendo de las necesidades de cada persona. Existen otros tipos de dispositivos con los que poder inyectarse insulina, como las plumas o las jeringas precargadas, que contienen una dosis de insulina y pueden ser reusables o desechables.
  • Seguir una dieta alimentaria sana y mantener un horario de comidas regular: debe cuidarse la cantidad de hidratos de carbono y evitar los alimentos que contengan un alto índice glucémico.
  • Hacer ejercicio físico.

Fuentes: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000305.htmhttp://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0370-41062007000500012&script=sci_arttexthttp://press.endocrine.org/doi/pdf/10.1210/jcem.90.1.9995http://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/diabetes-tipo-1;

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