La sal común, también conocida como cloruro sódico (NaCl) está formada por un 40% de sodio (Na) y un 60% de cloro (Cl). Es el cloro el componente que le da su sabor salado característico.
Sin duda, es la mayor fuente de sodio de nuestro organismo. Existen dos fuentes principales de sal:
- Sal visible: es la sal que se añade durante la preparación de la comida (20% del consumo de sal).
- Sal invisible: es la que proviene de los alimentos (80%). Dentro de esta fuente existes dos subgrupos: la presente de forma natural en los propios alimentos (8 %) y la sal añadida en los alimentos trasformados (72 %).
Es indudable que la sal es indispensable para los procesos vitales (procesos de osmolaridad, mantenimiento de los niveles de Ph, regulación de los fluidos del cuerpo, transmisión de impulsos nerviosos y relajación muscular) pero su exceso puede derivar en graves consecuencias para nuestra salud (problemas en los riñones, hipertensión. etc). Además, los abusos en edades tempranas implica su acumulamiento en el organismo generando en el futuro problemas para nuestro organismo.
Según la OMS el consumo diario de sal para una persona que lleve una vida sana es de 5 gr (2 gr de sodio = una cucharada de café). Sin embargo, en nuestro país la media de consumo de sal se sitúa en 9,gr (muy por encima de lo recomendado).
¿Cómo conseguimos reducir esto?
Pues en las entradas del día de hoy os traemos varios consejos, pero en realidad lo más importante es la fuerza de voluntad ya que cada uno come lo que quiere. Debemos fijarnos en el etiquetado de los alimentos ya que el contenido de sal varía según la marca y según el tipo de alimento. Es necesario comprender el etiquetado nutricional para elegir las opciones más saludables.
Pues en las entradas del día de hoy os traemos varios consejos, pero en realidad lo más importante es la fuerza de voluntad ya que cada uno come lo que quiere. Debemos fijarnos en el etiquetado de los alimentos ya que el contenido de sal varía según la marca y según el tipo de alimento. Es necesario comprender el etiquetado nutricional para elegir las opciones más saludables.
Las etiquetas nos aportan el contenido de sodio que contiene el alimento. Para poder calcular la sal debemos multiplicar los GRAMOS DE SODIO x 2,5. Un alimento contiene mucha sal cuando supera 1.25 gr por cada 100 gr y poco cuando está por debajo de los 0.25 gr por cada 100 gr.
En resumen, la sal es un alimento que empleamos para intensificar el sabor de las comidas. Generalmente a las personar les suele encantar su sabor y esto provoca que se produzcan muchos excesos. Dichos excesos son las causas de numerosas patologías hoy en día, y por ahora no se augura ningún indicio de cambio para el futuro ya que la media de consumo de sal está muy por encima de lo recomendado. Debido a esto, en las entradas de hoy os vamos a hablar de las causas de los excesos de sal, de algunos consejos para reducir su consumo y de aquellos alimentos que tienen más contenido de sal.
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