El ser humano está formado fundamental mente por agua. Es un nutriente sin calorías que necesitamos para vivir y funcionar. La pérdida del 10% del agua corporal pone en riesgo nuestra salud.
Las fuentes de agua para nuestro organismo son las bebidas, los alimentos y el agua producida por el metabolismo del cuerpo, esta cantidad de agua debe cubrir las pérdidas diarias de la misma a través de la orina y heces, sudor y vapor de agua eliminado por los pulmones.
El músculo almacena una gran cantidad de agua, entorno al 72% de su peso, en cambio el tejido graso almacena mucho menos. La energía que producen nuestros músculos al contraerse se libera en forma de calor, para que no se produzca un aumento de temperatura nuestro organismo debe eliminarla mediante el sudor, que permite que el cuerpo se enfríe y provoca una gran pérdida de agua.
Por ello es muy importante la hidratación durante el ejercicio físico para poder reponer las grandes pérdidas de líquido. Cuando la pérdida de agua es mayor que la ingesta de la misma se produce la deshidratación, que es muy perjudicial para la salud.
- Antes del ejercicio físico se recomienda ingerir unos 400-600 ml de agua 1 o 2 horas antes de comenzar la actividad física. Esto permite que la temperatura corporal no se eleve tanto y que tengamos una percepción de esfuerzo menor.
- Durante el ejercicio físico se debe consumir agua regularmente, tomando 150-200 ml de agua cada 15-20 minutos.
- Después del ejercicio físico es muy importante la reposición de líquidos, para saber cuanto líquido debe reponer, la forma correcta es pesándose antes de la actividad física y después, se debe reponer entre 450-675 mililitros por cada 0,5 kilos de peso perdido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario