domingo, 13 de noviembre de 2016

LA SALMONELOSIS

Antes de nombrar ciertas medidas para prevenir la salmonelosis, vamos a explicar lo que es.
Se trata de una infección causada por una bacteria muy extendida en la naturaleza: la salmonella. Esta bacteria habita en el intestino de muchos animales incluido el hombre. Existen múltiples tipos de salmonella pero los que nos importan a nosotros son Salmonella enteritidis y la Salmonella typhimurium. 



Son muchas las causas por las que podemos contraer esta enfermedad:

  • Los casos más comunes se dan por comer alimentos de origen animal mal cocinados o inadecuadamente almacenados y, por consiguiente, contaminados: pollo, huevos, carne vacuna, leche.
  • Estar en contacto con algún miembro de la familia que padece la enfermedad: contagio.
  • Al trabajar en un hospital o asilo de ancianos.
  • Tener como mascota algún reptil ya que estos son transportadores de la bacteria.
  • Manipulación de aves de corral.
  • Sistema inmune debilitado.
  • Tomar medicamentos que bloquean la producción de ácido en el estómago.
  • Padecer la enfermedad de Crohn o colitis ulceriva.
  • Tomar antibióticos en los últimos meses.

En cuanto a los síntomas de esta patología suelen manifestarse entre las 6 y 72 h después de haber consumido Salmonella. La enfermedad suele durar de 2 a 7 días y nos encontramos con el siguiente cuadro clínico: 
  • Fiebre alta
  • Dolor abdominal
  • Diarrea
  • Náuseas y vómitos
  • Gastroenteritis
  • Escalofríos
  • Dolor muscular
El tratamiento consiste en hacer que el paciente se sienta mejor y no se deshidrate. Por lo tanto consiste en reponer los electrolitos eliminados por causa de los vómitos y la diarrea. Se usa para ello el suministro de iones de sodio, potasio y cloruro. También se debe rehidratar al organismo por lo que debemos beber mucha agua en grandes cantidades. Y os preguntareis ¿por qué no se usan los antibióticos ya que la Salmonella es una bacteria? Pues porque estos no están recomendados para los casos más leves o moderados ya que los antimicrobianos podrían no eliminar completamente la bacteria y seleccionar cepas resistentes con lo cual el fármaco se volvería ineficaz. Sin embargo para los casos más graves (propagación de la enfermedad a otras partes del organismo) y para los grupos con mayor riesgo (lactantes, anciano y pacientes inmunodeprimidos) sí se usan los antibióticos para el tratamiento. 

En términos generales, la salmonenolis es una de las enfermedades de transmisión alimentaria más común y extendida por todo el mundo (al año provoca decenas de millones de casos). La mayoría de estos casos son leves aunque puede haber alguno que cause problemas muy graves. De nosotros depende evitar esta enfermedad, y para ello os traemos algunas medidas de prevención que se deben llevar a cabo en todas las etapas de la cadena alimenticia (desde la producción hasta la elaboración y fabricación de los alimentos):
  1. Conservar refrigerados los alimentos tanto frescos como cocinados: la salmonella se reproduce más rápido en los alimentos que se encuentran a temperatura ambiente por eso es importante refrigerar los alimentos lo antes posible,
  2. Cocinar a temperatura suficientementemente alta los platos con huevo, pollo y carne: la salmonella no resiste muy bien las altas temperaturas, por ello si cocinamos los alimentos a 70ºC aproximadamente garantizaremos su eliminación. 
  3. Mantener la higiene y la limpieza en la elaboración de los platos y en su almacenamiento.
  4. Evitar la contaminación cruzada.
  5. En caso de poseer reptiles, usar guantes al manipular el animal o sus excrementos, ya que la salmonella se puede transmitir fácilmente a los humanos.


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