lunes, 7 de noviembre de 2016

CONSEJOS PARA REDUCIR LA SAL


La sal es un producto del que no se puede abusar mucho ya que tiene efectos adversos para la salud en grandes cantidades.

Reducir el consumo de sal es una de las recomendaciones más frecuentes que reciben los pacientes de su médico, sobre todo en casos de personas con hipertensión o riesgo de enfermedades cardiovasculares. Pero esto no es tarea fácil para muchas personas ya que el sodio no sólo se encuentra en la sal común de mesa. Los alimentos con mayor cantidad de sal son los procesados.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda consumir como máximo 5 gramos de sal por día. Para ayudar a reducir la sal en la comida presentamos, a continuación, una serie de consejos:

1. Comprobar las etiquetas de los alimentos envasados o preparados antes de comprarlos: fijarse si contiene soda, bicarbonato de sodio o el símbolo Na ya que indica que sus compuestos contienen sal.

2. Consumir preferentemente alimentos frescos: evitar los alimentos procesados que lleven sal o si se ingieren éstos, coger los que ponga “sin sal”.

3. Hacer modificaciones en las recetas habituales: eliminar o disminuir considerablemente la cantidad de sal.

4. Evitar los alimentos preparados: ya se sabe que es una manera muy práctica y rápida para cocinar pero también supone una presencia de grandes dosis de sal.

5. Confirmar que otros condimentos que se usan no contienen sal: la mayoría de las mezclas de condimentos que se venden contienen sal por lo que hay que tener cuidado con las combinaciones que hacemos y tratar de usar condimentos que no contengan sal.

6. Sustituir la sal por hierbas, especias u otros condimentos. Probar con los sustitutos de la sal.

7. Limitar todo lo que se pueda el consumo de patatas fritas y otras comidas saladas.

8. Enjaguar los alimentos enlatados como el atún o las sardinas para deshacerse de parte de la sal que traen.



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